Si buscas informar o transmitir datos a tu público de manera eficaz y eficiente, será necesario que conozcas más sobre el diseño de información.
Este consiste en gestionar los contenidos informativos del mensaje, tomarlos y prepararlos para el ambiente en el que se presentarán y así alcanzar los objetivos de comunicación en relación con las necesidades del usuario.
Cuando hablamos de diseño de información es esencial pensar en la conexión entre la información, el pensamiento humano y el uso.
Para entender mejor esta rama del diseño y su campo de acción, hablemos de los tres objetivos clave que comparten sus diversas manifestaciones en su esencia: la comprensión, la interacción y la navegación.
Comprensión
El lenguaje visual se define como el conjunto de palabras, imágenes y formas que comunican en su conjunto.
Teniendo esto en mente, presentamos el primero de los rasgos básicos e indispensables para lograr un buen diseño de información: lograr desarrollar documentos que sean comprensibles para el usuario. Esto quiere decir que no solamente se deben leer bien los textos o entender bien las imágenes si no que, pensando en que el usuario lo percibirá como un todo, la conexión entre sus elementos debe ser asimilable y por ende comprensible, de manera que esto pueda traducirse en acciones efectivas.
Interacción
¿Cómo va a interactuar el usuario con la visualización de la información?
Esta pregunta nos servirá para definir los parámetros que mejorarán el diseño de la información.
Conocer las condiciones del usuario y su entorno serán indispensables para la toma de decisiones que nos lleven a diseñar interacciones con equipos que resulten fáciles de usar, de manera orgánica y que se vuelva casi automática para el entendimiento del usuario. Este es un reto que se le presenta al diseñador de información pero que logrará uno de los objetivos principales de esta rama del diseño.
Navegación
Pensado en un espacio tridimensional, la navegación se refiere a la naturalidad con que la gente encuentre su camino, con facilidad y confort. Esto mismo puede ser trasladado a los espacios bidimensionales pensados virtuales o análogos, lo que implicará:
Conocer los objetivos de comunicación, para entonces crear un plan de acciones que lleven al usuario a alcanzar su destino;
Generar un espacio flexible, en caso de que sea necesaria la transformación del plan según el comportamiento de cada individuo; y
La percepción y cognición en ruta para verificar el proceso.
El diseño de información demuestra, a través de sus variables, como el diseñador gráfico trabaja en la diversificación de disciplinas con la finalidad de alcanzar la comunicación eficaz e inmediata y el traspaso de conocimiento a una cantidad alta de personas. El diseñador tiene el gran poder de la persuasión, y de esta manera lograr transmitir esta información ya sea de manera objetiva o subjetiva (según las necesidades de cada proyecto de diseño de información).
Al diseñar, siempre, se debe hacer pensando en el usuario. Considerar los aspectos que conlleva la comunicación del mensaje y los factores que influyen en el proceso. La fuerza del diseño de información radica en el cambio o influencia que puede llegar a generar como respuesta por la transmisión de conocimientos. Por lo tanto, pensemos en diseñar reacciones y comportamientos, más que en generar objetos o productos.
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