Alguna vez te has preguntado ¿Qué colores usar en mi pagina web? ¿Es necesario usar los colores de mi marca? En este tema resolveremos todas tus dudas y te ayudaremos a tener un mejor resultado con tu audiencia.
Se ha demostrado que el color es un factor muy importante para crear confianza y satisfacción en cualquier marca o producto y una página web, no es la excepción.
El color tiene la capacidad de transmitir un significado al usuario e influenciar su percepción. Como la exposición a un estimulo influye la forma en que nosotros respondemos a otro. De esa manera la exposición con ciertos colores puede influir en la reacción del usuario frente a la pagina web, es decir que la reacción emocional frente a un color puede traducirse a una interacción ya sea de forma positiva o negativa.
Estudios revelan que la reacción de un color se crea debido a experiencias personales, de modo que no puede traducirse de forma universal a un sentimiento específico (como decir que el color rosa te hará feliz).
¿Qué es CTA y para que se utiliza?
Muchos se preguntarán qué es CTA y a qué corresponden estas siglas o que tiene que ver con las páginas web. Una llamada a la acción, call to action en inglés (CTA), es un botón o enlace que colocamos en nuestro sitio web para atraer el tráfico de visitantes con la intención de convertirlos en clientes potenciales rellenando un formulario en una página de aterrizaje.
Así pues, una CTA es el vínculo entre el contenido regular que nuestro posible cliente potencial está interesado en leer y una landing page que contiene una oferta de más alto valor, relevante y lo suficientemente interesante como para persuadir nuestro visitante de completar un breve formulario de contacto.
Bueno, ahora que ya sabemos de que se trata podemos continuar con el tema sin problema.
Nuestra reacción al color no es absoluta. No hay una preferencia colectiva por un color sobre otro y hay muy poca evidencia que apoya que un botón verde CTA hará de forma universal que la persona compre un producto con más frecuencia que una CTA de color amarillo. La verdad del asunto es que ciertos colores se perciben a ser favorables para ciertas situaciones, además, de ser más apropiados que otros en contextos específicos.
Supongamos que uno de nuestros clientes realiza un test A/B porque queremos conocer sobre la efectividad de un color en comparación de otro. Los resultados fueron definitivos: una CTA de color azul incrementa la tasa de conversión a un 20%. Estos resultados podrían hacer que la mayoría de los diseñadores concluyan que una CTA de color azul produce una mayor tasa de conversión sobre una de color rojo e implementar dicha afirmación en otras páginas web.
Sin embargo, una mirada más profunda a los mapas de calor de los “movimientos del mouse” puso al descubierto que la diferencia en la conversión se debía más al ánimo del comprador que al color del CTA. Los usuarios que no convierten muestran un patrón diferente de comportamiento. Son más orientados a los detalles, pasan más tiempo en cada parte de la información, y su tiempo de participación era significativamente mayor.
Por otro lado, los usuarios que convertían tenían tendencia a ser más compradores compulsivos y pasar menos tiempo en una página y enfocarse menos en los detalles.
Lo único que podemos decir es que el botón rojo del CTA es mucho más apropiado para los “compradores compulsivos” que el de color azul. Asimismo, un solo color no puede explicar la variación en el comportamiento de los usuarios. El atractivo de cierto color se determina por su contexto y no por la preferencia del usuario sobre un color específico.
El proceso cognitivo detrás del sentido de conveniencia del color.
Anthony G. Greenwald, profesor de psicología en la Universidad de Washington, junto a sus colegas observaron que las personas hacen conexiones mucho más rápido entre pares de ideas que ya tienen una relación en sus mentes en lugar de pares de ideas que no son conocidas. Un ejemplo para dicha asociación cognitiva es la fuerte relación que tenemos con “hombre” y “fútbol” o “mujer” y “maquillaje”.
La medida en que estas ideas se relacionan depende de la persona y su acervo cultural.
Lo mismo pasa con los colores. Nuestra reacción frente a los colores viene de las relaciones condicionales entre cierto color y lo que este representa. Además, si el rosa automáticamente se relaciona a pequeñas niñas, esta conexión bien establecida puede usarse para comunicar un mensaje al consumidor. Por ejemplo, si una nueva página web de ropa de niñas usa el color rosa en su nueva marca, en realidad toma ventaja de todo lo que ese color representa.
Esa es la razón por la cual ciertos productos se perciben más apropiados cuando se muestran en ciertos colores, por ejemplo, los alimentos para el desayuno y el jabón, son mejor percibidos en tonos como amarillos y verdes, de igual manera productos que reflejan elegancia y lujo se asocian con tonos plateados o negros.
No existe un grupo de reglas que puedan guiarnos a través del proceso de elección del color correcto para una página web. El color debe estar conectado al mensaje específico que queremos transmitir. El uso de un color específico debe tomar ventaja de nuestras experiencias pasadas y basarse en nuestras asociaciones existentes, pero, sobre todo, debe ser congruente con el producto.
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